¿Quiénes somos?
Ítaca es una asociación de carácter social, sin ánimo de lucro y de carácter humanitario, busca mejorar la calidad de vida de los o las menores y/o jóvenes, especialmente, de zonas desfavorecidas y la de sus familias.
El sentir de Ítaca se asienta en los principios de justicia social, coherencia, pluralismo, interculturalidad, participación, ciudadanía activa, voluntariado, innovación social, calidad y mejora continua.
Ítaca tiene como finalidad última generar cambios en conductas, hábitos y dinámicas en todos/as aquellos/as menores y/o jóvenes de nuestra sociedad, con mayor incidencia en aquellos/as que se encuentran en una situación de riesgo o alta vulnerabilidad, ya sea por exclusión social, económica, cultural, familiar, o por fenómeno migratorio. De esta manera, se pretende apoyar y acompañar a su vez a la estructura familiar del menor o joven durante dicho proceso dando visibilidad y protagonismo a los y las menores y/o jóvenes en nuestra sociedad, rompiendo así la estigmatización que sufren muchos colectivos de menores y/o jóvenes.
Para ello, pretendemos innovar constantemente en nuestras intervenciones, creando junto con los y las jóvenes y familias mecanismos novedosos de comunicación y colaboración. Ítaca se configura por tanto como in “living-lab social”
en el que co-creamos con jóvenes, familias, administraciones y universidad, nuevas formas de participación y crecimiento.
Favoreciendo, por tanto, el desarrollo integral del o la joven a través de la intervención interdisciplinar en todas las áreas que le rodean desarrollando así mismo las acciones necesarias para ello.
¿Qué buscamos?
Como no podía ser de otra manera, en Ítaca entendemos que lo importante no es sólo el destino, es el camino.
Porque el camino es todo aquello que le sucede a los chicos y chicas en su recorrido para cambiar conductas, hábitos, rutinas y dinámicas. Este camino es de vital importancia y es al que hay que dedicarle realmente todos los esfuerzos y recursos necesarios para la satisfacción personal de los y las menores y/o jóvenes.
Es por tanto, aquí, donde debemos añadir ideas transformadoras e innovadoras teniendo como base una premisa importantísima: El trabajo debe plantearse en dos niveles: Grupal (Joven como agente de cambio) y Personal (trabajo individualizado de intervención)