Por todo esto, el proyecto se traduce en, cocina de proximidad pequeña pero de gran producción y productividad (más de 100 raciones para personas adultas en 1 turno de trabajo con platos de calidad casera contrastada). La materia prima proviene de productores locales o km0, priorizando el cultivo ecológico y optimizando los recursos (por ejemplo, utilizando productos de descarte por calibre o regulaciones de mercado).
El producto final está formado por menús mediterráneos de gran calidad gastronómica, listos para comer y con las necesidades kilocalorías diarias aseguradas, a un precio final inferior al coste actual del alimento.
Para su distribución no se emplean envases, reduciendo así la contaminación. Una olla, un bote de vidrio o un tupper bastan para servir la comida.
Este proyecto supondrá también la transformación de un solar a la entrada del barrio que generará, por un lado, la mejora visual del barrio para el resto de la ciudad y, por otro una oportunidad de participación social por parte de todo aquel o aquella que quiera conocer y ser parte de un cambio y transformación social. Parte de este espacio estará dedicado a la práctica de la agroecología.