Hoy queremos mostrar que, aunque el mundo poco a poco vuelve a su rutina y al día a día normalizado, hay personas y situaciones que quedan tal y como estaban.
Nos referimos al grupo de hombres que viven sin hogar, ubicados en coches abandonados y pequeñas infraviviendas construidas con plásticos y madera a lo largo del barrio.
Hace ya bastantes días atrás, volvimos a repartir unos kits higiénicos para frenar la falta de higiene que generan estas situaciones. Así, por un lado, pueden mantener una higiene minina, y, por otro lado, potenciar normas de higiene frente al COVID19.
Ahora que llega el verano, se complica algo más, ya que, a la situación de abandono que existe, hay que sumar las altas temperaturas para estar en coches o bajo plástico, la suciedad que se acumula en el barrio, la falta de medios para poder cocinar, falta de documentación y, por tanto, dificultades para poder contratar, y un largo etcétera.
Durante los próximos meses una de las tareas de la entidad será gestionar y proponer de algún modo opciones reales y viables que supongan la mejora de la calidad de vida de este grupo de personas. Sabemos que la situación no es fácil, que las soluciones no pasan por pequeños gestos, pero no podemos olvidar que son personas. Y aun a riesgo de caer en la simpleza de usar la frase de que son personas, … SON PERSONAS, y cada vida humana siempre merecerá una y otra vez, luchar por ella.